miércoles, 18 de marzo de 2015

FUNCIONARIOS DE GUTIERREZ LE ROBAN A LOS ABUELOS DEL GARIATRICO MUNICIPAL

En el año 2010 este medio investigó y demostró que los funcionarios del geriátrico municipal “Ave Fenix” le robaban a los abuelos allí internados sus haberes jubilatorios y/o utilizaban sus cuentas para sacar extensiones de tarjetas de crédito.
Nuestra denuncia generó un escándalo de proporciones que fue reflejado por muchos medios nacionales. Ver http://blogsdelagente.com/vecinosdequilmes/2010/10/15/quilmes-mas-corrupcion-y-silencio-en-el-%E2%80%9Cave-fenix%E2%80%9D/ ; 
A cinco años de aquellos hechos, la situación se repite, como se repiten los funcionarios a quien –por entonces- se anunció serían desplazados de su cargo
La imagen que vemos corresponde a un crédito por 9.271 pesos otorgado el 14 de febrero de 2014 por el Banco Superville –sucursal Quilmes Oeste- a Arturo Sosa, un abuelo que no puede hablar, que perdió su capacidad motriz y no sabe leer ni escribir. Allí cobra sus haberes jubilatorios acompañado por una funcionaria del gobierno de Francisco “Ali Barba” Gutiérrez.
Sosa estuvo internado hasta hace un mes en el Hogar Ave Fenix, ubicado en Lamadrid 820 de Quilmes, dirección que figura en el detalle de rendición emitido por la institución bancaria.
No es el único crédito del cual Sosa fue beneficiado. Unos meses antes -el 6 de agosto del 2013- el mismo banco le otorgó una suma de 5.211 pesos a pagar en 36 cuotas.
En diciembre del año pasado el sobrino de Sosa, Carlos Adamo; denunció en este medio la situación de su tío http://quilmes-ahora.blogspot.com.ar/search?updated-max=2014-12-08T14:10:00-08:00&max-results=7&start=21&by-date=false . Desde entonces viene pidiendo infructuosamente reuniones con el intendente Gutiérrez para esclarecer lo ocurrido con su tio. Nadie le dio explicaciones. Hace un mes pudo retirar a Sosa del hogar pese a la tenaz resistencia de la directora, Sofia Sackler; la misma a quien los empleados del “Ave Fenix” habían responsabilizado hace 5 años de sustraerle el dinero a los abuelos.
Ese día se encontró con el Director de Tercera Edad, Armando Rivero; quien apenas le dirigió alguna palabra y fingió estas descompuesto cuando Adamo le pidió explicaciones por las lamentables condiciones en que estaba su tío y por el dinero de su jubilación.

MI TIO COMIDA FIDEOS Y NO TENIA NI PARA EL MATE”

Carlos Adamo dialogó con el programa “SIN VUELTAS” (FM MIA 88,5) sobre lo ocurrido.
“A mi tio le compraron 2 camisetas y 4 calzoncillos. No tenía ni para cigarrillos ni para el mate. Pese a cobrar unos 3 mil pesos de jubilación, se vestiá con la ropa que yo le llevaba. Cuando le pregunte a esta señora Sofía por el dinero de mi tío; no me dio respuesta, cuando le pregunté por el crédito que le habían sacado, me dijo que compraron una silla de ruedas, que a lo sumo vale 2 mil pesos” –indico Adamo
El sobrino de Sosa se llevó a su tío del hogar con esa silla de ruedas y una bolsa conteniendo 2 calzoncillos.“Dejamos la ropa porque estaba toda rota, toda sucia….la verdad tendría que habermela llevado para quemarla” –agregó.

LA COMPLICIDAD SE REPITE


Hace 5 años varios trabajadores del hogar “Ave Fenix” denunciaron los robos a los abuelos. Este medio comprobó entonces que Sofia Sackler y Gabriela Oliva eran las responsables de llevar a cobrar a los internos la jubilación y administrarle su dinero. Oliva reconoció haber sacado dos aparatos NEXTEL con la tarjeta de crédito del interno Crecencio Ayala. En otro diálogo telefónico en nuestro programa radial, el jefe de departamento del geriátrico municipal, Juan Carlos Galli, reconoció que “estamos viendo la forma de dar de baja la tarjeta porque la vez pasada llamaron de NEXTEL por ser poseedor, y el abuelo no está en condiciones de tener un NEXTEL, que además no tiene”.
Pese a todos los elementos no se sancionó a ningún funcionario. La responsable del área, Cecilia Tanoni; quien todavía sigue concentrando las funciones sobre el geriátrico, anunció ante el escándalo, la iniciación de un sumario administrativo. Lejos de eso apretó e intimidó a los trabajadores que habían dialogado con nuestro medio, denunciando lo ocurrido.
También prometió el desplazamiento de Sackler y Oliva; quienes a los pocos meses volvieron al hogar y las andadas.

DENUNCIA PENAL

Carlos Adamo –tío de Sosa, indicó esta mañana que efectuará una denuncia penal para esclarecer el tema.“Quiero que vean las condiciones en que esta mi tío, quiero que la justicia determine si una persona que no habla, no se mueve y pone el dedo porque no sabe firmar; puede pedir créditos. Quiero que los responsables del hogar me digan que hicieron con la plata de mi tío, porque solamente me dieron dos facturas por 2 camisetas y 4 calzoncillos y otra por 32 sandwiches de miga”

EL MUNICIPIO OSCURECE EN LUGAR DE ACLARAR

Luego de la difusión en distintos medios nacionales y locales del escándalo por el robo de dinero a un abuelo internado en el geriátrico municipal, Ave Fenix; la secretaria de Educación e Igualdad de Género de la Municipalidad de Quilmes, Cecilia Tanonni, salió a desmentir las duras acusaciones respecto a los hechos delictivos denunciados por Carlos Adamo, el sobrino de la víctima.
Como ocurriera en el 2010, cuando demostramos que los funcionarios del hogar se quedaban con el dinero de las jubilaciones y utilizaban a loa abuelos para sacar tarjetas de crédito en beneficio propio; Tanonni volvió a oscurecer más que aclarar.
Según la funcionaria, el abuelo Arturo Sosa, fue quien sacó y usufructuó los dos créditos por un total de 15 mil pesos, que todavía esta pagando.
La explicación –para nada satisfactoria- dice que con ese dinero Arturo Sosa se compró una silla de ruedas y un televisor.
Sosa es una persona que apenas si puede hablar, esta en silla de ruedas, tiene problemas neurológicos y firma con su dedo pulgar.
Para la cómplice Tanonni estos no son impedimentos para obtener un crédito en una institución bancaria.
El sobrino de Sosa declaró ante los medios que –al retirarlo del Hogar- le dieron una silla de ruedas y algo de ropa sucia y rota. Consultado nuevamente señaló que nadie le habló de un televisor y mucho menos se lo dieron.
Con 10 mil pesos una persona puede comprar un Smart TV de 42 pulgadas con control de movimiento y control de voz. Además de ver televisión, puede conectarse a Internet. Una sofisticación para alguien que no sabe leer ni escribir y mucho menos manejar un simple control remoto.
Adamo adelantó que concurrirá al hogar a pedir el televisor que supuestamente se compró el tio.
Lo mismo ocurre con la silla de ruedas que Tanonni dice haber comprado Sosa con el crédito. En principio la funcionaria debería explicar como el municipio no provee a un anciano internado en un hogar municipal de este vital elemento. No lo hace, como tampoco explica que pasó con el resto del dinero.
La silla de ruedas que posee Sosa tiene un valor en una ortopedia de Quilmes de 2.300 pesos. ¿Dónde están los otros 2.700?.

De cualquier manera Tanonni y el resto de los funcionarios, tendrán la oportunidad de ampliar estas aclaraciones ante el fiscal penal encargado de investigar los hechos denunciados